En ocasiones, la sabiduría popular nos exige recurrir a cierto sentido del humor. Después de unas semanas como las que hemos tenido, quizás ésta sea una de esas ocasiones, de tal manera que imaginemos el país como un chiste de múltiples escenas. Por ejemplo:
Primera escena.
Se abre el telón y vemos al presidente de la república, Álvaro Colom, diciendo que "la gran amenaza de la Laguna del Tigre no es el petróleo, sino las vacas humanas y animales", al mismo tiempo que militariza Petén para desalojar a familias campesinas y supuestamente también a narco-ganaderos. Detrás, están los 180 millones de dólares anuales que supuestamente el Estado va a recibir de PERENCO. Parece pues que con dinero se puede comprar la voluntad del mandatario. Sin embargo, Colom no dijo ni una sola palabra sobre el ofrecimiento de los diputados alemanes de crear un fideicomiso que dejara la misma cantidad de dinero pero sin tocar el petróleo y sin dañar la biosfera maya. Se cierra el telón.
Segunda escena.
Se abre el telón y sale la transnacional canadiense Goldcorp reportando ganancias récord. Para el caso de la mina Marlin en San Marcos, desde su apertura en el 2005 hasta el año pasado (2009), la mina ha generado 7,046 millones de quetzales de ganancias dejando al país la irrisoria cantidad de 70 millones en regalías (el 1%), mitad para el Estado y mitad para la municipalidad, más 352 millones de quetzales en ISR. Lo que no se cuenta en números es que la mina ocupa terrenos mal habidos, que ha estado operando sin el consentimiento de las comunidades de San Miguel Ixtahuacán y de Sipacapa, y que se empeña en negar la contaminación ambiental en afluentes y personas. Tampoco se cuenta la negativa de Álvaro Colom que hace que Estado guatemalteco incumpla la orden de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de suspender las actividades de la mina Marlin por medidas cautelares, es decir, para proteger la vida de las familias de las 18 comunidades afectadas. Se cierra el telón.
Tercera escena.
Se abre el telón y vemos un comunicado de prensa de parte del CACIF en el que los grandes empresarios muestran su "preocupación" porque en Guatemala -dicen ellos- "está en riesgo el aprovechamiento de los recursos naturales que generan desarrollo", sobre todo por las "posiciones irreconciliables" que se están dando en torno a los proyectos mineros, hidroeléctricos y petroleros. Parece ser que los empresarios tienen miedo que sus inversiones no resulten en ganancias, debido a la cada vez mayor resistencia por parte de las comunidades indígenas y campesinas, y sobre todo debido a que se está empezando a hacer jurisprudencia sobre la base del convenio 169 que dicta derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre el territorio, así como su consulta ante cualquier iniciativa que atente directa o indirectamente a los mismos. Se cierra el telón.
Cuarta escena.
Se abre el telón y vemos una marcha de campesinos y campesinas de San Marcos, miembros del Consejo de Pueblos de Occidente, junto con monseñor Ramazzini y Rigoberta Menchú, así como con las y los abogados de los departamentos jurídicos de la Comisión Paz y Ecología (COPAE) de la diócesis de San Marcos, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHA) y de la Fundación Rigoberta Menchú, que se dirigen a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para presentar una querella en contra del presidente de la misma, Erick Alfonso Álvarez Mancilla. En dicha querella se acusa al actual presidente de la Corte Suprema por el delito de "falsedad ideológica" por haber dado trámite a una titulación supletoria a nombre de la empresa Peridot, S.A., quien luego diera los títulos a la empresa canadiense Montana Exploradora para que implementara la mina Marlin, usurpando así parte del territorio Mam, debidamente inscrito en el Registro de la Propiedad. Comenzando un nuevo capítulo en la historia de las luchas sociales en Guatemala, nuevamente las y los campesinos Mam de San Miguel Ixtahuacán dicen NO A LA MINERÍA y solicitan el desalojo de dichas empresas, por ocupación ilegal del territorio Mam. Se cierra el telón.
¿Cómo se llamó la obra? Tarde o temprano, les llegará la buena hora a los pueblos organizados y la justicia verá la luz. Es sólo cuestión de tiempo. Hoy es el turno del presidente de la Corte Suprema de Justicia, mañana podrá serlo del mismo Álvaro Colom o de cualquiera de sus ministros y funcionarios de gobierno. Tarde o temprano, los pueblos conseguirán desalojar a las empresas, recuperar sus territorios y, ejerciendo su derecho de autogobierno, decidir su futuro.
Esperemos que el miedo no ciegue a los empresarios y quieran regresar a las políticas de tierra arrasada y el genocidio. Esperemos que los empresarios aprendan a respetar que las comunidades quieren la vida y la libertad, que tienen todo el derecho de hacerlo, y que una vez más están dispuestas a defenderse ante el actual "ecocidio" (genocidio ecológico) de los proyectos mineros, hidroeléctricos y petroleros.
Por Mario López, Avancso
Adital 05.08.10
