Más de un millón de niños y niñas guatemaltecos entre cero y cinco años sufren hambre. La información está contenida en el boletín Semillas que no germinan y cosechas que se pierden, elaborado recientemente por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y la Campaña Te Toca.
Con estas cifras, Guatemala es el país latinoamericano con más niños/as desnutridos, y la 6ª nación en todo el mundo. El porcentaje de niños con desnutrición es de 49,8%, sin embargo, hay diferencia según los grupos sociales afectados.
Mientras el 65,9% de los niños indígenas están desnutridos, el porcentaje se reduce a un poco de la mitad, entre los no-indígenas – 36,2%. El porcentaje de niños indígenas que padecen hambre, supera al de los niños de Afganistán, donde el índice de desnutrición es de 59%, considerada la más alta del mundo.
En el sector rural, la cifra es de 58,6%, y en el urbano baje a 34,3%. Aun los grupos menos afectados enfrentan un porcentaje de alta de desnutrición, comparada con la media de América Latina, que es de 15%.
Según el boletín, los altos índices de desnutrición infantil son producto de una situación social injusta, donde impera el descuido en áreas como salud, educación, saneamiento básico, protección social y generación de renta, principalmente en el campo.
En este escenario, hay la probabilidad de que 70% los niños nazcan desnutridos, una vez que las madres no tienen acceso a centros de salud y a una alimentación adecuada durante el embarazo.
En cada generación de niños desnutridos, se reinicia un ciclo, apunta el texto. El cerebro no consigue desarrollarse de manera adecuada por la falta de nutrientes en los tres primeros años de vida. Con esta situación, las niñas y niños guatemaltecos tiene perjudicado su desarrollo físico y emocional, no consiguen romper el ciclo de la pobreza, y no tienen las condiciones básicas para participar activamente en la sociedad.
Para combatir la desnutrición infantil en Guatemala, según especialistas, es necesario llevar a cabo proyectos y programas hasta 2021 cuya realización demanda un gasto total de casi 14 mil millones de quetzales. La suma puede parecer alta, pero representa solamente entre 0,3 y 1,75% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Por otro lado, el coordinador de la publicación, Jonathan Menkos, señala cambios que pueden ayudar en la lucha contra la desnutrición infantil. "Se han identificado algunos mecanismos que deben ser discutidos por la sociedad. En materia impositiva deben revisarse los ingresos por Impuesto sobre la Renta, reducirse los privilegios fiscales y las exoneraciones a ciertos sectores productivos, la creación de nuevos impuestos y además examinar el endeudamiento y las prioridades de la ayuda internacional”, puntualizó.
Para ver el documento completo, acceda: http://www.icefi.org/categories/16?clas=5&detail=243
Adital, 06/09/2011
