La Casa del Migrante situada en Tecún Umán, Ayutla, San Marcos, continúa trabajando en la atención de personas que van de paso hacia Estados Unidos o de regreso por deportación, indicó el director de la entidad, Ademar Barilli.
Barilli dijo que según las estadísticas que se manejan en la entidad, el número de migrantes es más elevado que el año anterior, debido a que las condiciones de pobreza y extrema pobreza de la población aumentan, sin que se tengan acciones para solucionar estas problemáticas.
Anualmente en la Casa del Migrante se reciben alrededor de seis y siete mil personas, a quienes se les proporciona hospedaje, alimentación y en la mayoría de los casos medicamentos y ropa, además destacó que se prevé que este año sobrepasará el promedio de migrantes atendidos en otros años.
Tecún Umán es el lugar de mayor tránsito de personas para ingresar al territorio mexicano, sin embargo, para evadir el control policiaco un alto porcentaje utiliza los pasos ciegos que se encuentran en los municipios de Tacaná, Sibinal, Tajumulco, Malacatán y Ocós, donde los riesgos aumentan, porque son rutas largas, desconocidas, solitarias y montañosas, dijo el entrevistado.
En ese municipio también es el lugar donde se registran más robos, asaltos, secuestros y muertes por la existencia de las redes del crimen organizado y el narcotráfico, allí los viajeros son víctimas de engaños por personas que les ofrecen un viaje seguro y por tratantes que los llevan a lugares donde son explotados laboral y, en el caso de las mujeres, sexualmente en prostíbulos, dijo Barilli.
El incremento de la afluencia de migrantes hacia los Estados Unidos se atribuye a las reformas a la Ley de Migración que se discuten, las cuales reconocen la necesidad de trabajadores agrícolas en la construcción y en las fábricas, sin embargo esa iniciativa no favorecerá a los guatemaltecos, dijo el religioso.
Finalmente, Barilli destacó que se necesita una campaña intensa de información en la región, especialmente en San Marcos, por ser el segundo departamento con mayor índice de población migrante, por lo que el Estado, las iglesias y las organizaciones de la sociedad civil deben unir esfuerzos para contrarrestar el fenómeno.
Cerigua, 22/06/2013
Barilli dijo que según las estadísticas que se manejan en la entidad, el número de migrantes es más elevado que el año anterior, debido a que las condiciones de pobreza y extrema pobreza de la población aumentan, sin que se tengan acciones para solucionar estas problemáticas.
Anualmente en la Casa del Migrante se reciben alrededor de seis y siete mil personas, a quienes se les proporciona hospedaje, alimentación y en la mayoría de los casos medicamentos y ropa, además destacó que se prevé que este año sobrepasará el promedio de migrantes atendidos en otros años.
Tecún Umán es el lugar de mayor tránsito de personas para ingresar al territorio mexicano, sin embargo, para evadir el control policiaco un alto porcentaje utiliza los pasos ciegos que se encuentran en los municipios de Tacaná, Sibinal, Tajumulco, Malacatán y Ocós, donde los riesgos aumentan, porque son rutas largas, desconocidas, solitarias y montañosas, dijo el entrevistado.
En ese municipio también es el lugar donde se registran más robos, asaltos, secuestros y muertes por la existencia de las redes del crimen organizado y el narcotráfico, allí los viajeros son víctimas de engaños por personas que les ofrecen un viaje seguro y por tratantes que los llevan a lugares donde son explotados laboral y, en el caso de las mujeres, sexualmente en prostíbulos, dijo Barilli.
El incremento de la afluencia de migrantes hacia los Estados Unidos se atribuye a las reformas a la Ley de Migración que se discuten, las cuales reconocen la necesidad de trabajadores agrícolas en la construcción y en las fábricas, sin embargo esa iniciativa no favorecerá a los guatemaltecos, dijo el religioso.
Finalmente, Barilli destacó que se necesita una campaña intensa de información en la región, especialmente en San Marcos, por ser el segundo departamento con mayor índice de población migrante, por lo que el Estado, las iglesias y las organizaciones de la sociedad civil deben unir esfuerzos para contrarrestar el fenómeno.
Cerigua, 22/06/2013
