Ayer 5 de abril la Sala Regional Mixta de Apelaciones de la Antigua Guatemala, ratificó la primera sentencia por desaparición forzada en Guatemala, emitida en agosto del año pasado por el Tribunal de Sentencia de Chimaltenango, en la que se condenó a 150 años de prisión al ex comisionado militar Felipe Cusanero Coj, responsable material del delito desaparición forzada de seis personas mayas, entre ellas una mujer, durante el conflicto armado interno.
El Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, CALDH, reconoce el trabajo realizado por la Honorable Sala, quiénes apegado a derecho y acatando lo establecido en la legislación nacional, declararon sin lugar la apelación de forma y fondo que el acusado interpuso mediante los que pretendía dejar sin vigencia la sentencia y entre los cuales cuestionaba, nuevamente, la aplicación del artículo 201 ter relacionado al delito de desaparición forzada.
Dada la trascendencia histórica de este caso, consideramos oportuno mencionar que los jueces de la sala de apelaciones dejaron claro que la sentencia emitida por el Tribunal de Chimaltenango, cuenta con todos los elementos legales de forma, espacio, fondo, la misma es clara y refleja cada uno de los hechos por los que se condenó al señor Cusanero.
Este paso es de suma importancia en la historia de nuestra dolida Guatemala y en especial para las familias y víctimas sobrevivientes del conflicto armado interno, puesto que se convierte en una luz de esperanza para la justicia tan anhelada en nuestro país. Este avance nos demuestra que sí es posible juzgar estos casos y que con voluntad e independencia del sistema de justicia se puede acabar con la impunitad del pasado y del presente.
Destacamos que no sólo es el primer caso por desaparición forzada en nuestro país, sino además es el primer caso que condena al autor material de la desaparición forzada de una mujer. Lo que las mujeres sufrieron durante el conflicto armado interno ha sido silenciado, por lo que es momento también de empezar a visibilizar el racismo expresado a través del cuerpo de las mujeres, así como la expresión de dominación y poder ejercida contra ellas por los aparatos represores del Estado.
En este caso una joven de 16 años que deseaba ayudar a su familia saliendo a trabajar fuera de su comunidad, como muchas mujeres en nuestro país. Lo que las mujeres sufrieron durante el conflicto armado interno ha sido silenciado, por lo que es momento también de empezar a visibilizar el racismo expresado a través del cuerpo de las mujeres, así como la expresión de dominación y poder ejercida contra ellas por los aparatos represores del Estado.
Adjuntamos la resolución referida, llamando a que sea comprendida como un paso más en este incansable camino hacia la verdad, la recuperación de la memoria y la justicia del presente y no permitir que estos hechos vuelvan a lastimar la dignidad de la humanidad entera
¡Por el derecho a un país justo!
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos
Guatemala, 05 de abril de 2010.
