El derribo de tres torres del tendido eléctrico en el noroeste de Guatemala, con lo que se eleva a 11 el número de sabotajes, alentó especulaciones sobre la aparición de un grupo guerrillero en la zona, aunque el gobierno ha descartado esa posibilidad.
Edwin Hernández, gerente de la hidroeléctrica Xacbal, que opera en el departamento de Quiché, calificó el hecho de "acto terrorista", y dijo que en total han sido derribadas once torres desde noviembre pasado.
El sabotaje afectó la línea de transmisión de electricidad que conecta la planta de la hidroeléctrica con el sistema nacional interconectado, detalló el empresario en un comunicado de la empresa.
"Como gremio, no podemos dejar pasar esta situación sin manifestar nuestra profunda preocupación. Son actos que se cometen impunemente, en vista de que el Estado no ejecuta acciones para capturar a estos delincuentes", afirmó al diario Siglo XXI el director de la Asociación Nacional de Generadores, Horacio Fernández.
El titular de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Ronaldo Robles, afirmó que el acto delictivo podría generar cortes del servicio eléctrico en 11 municipios de El Quiché y Huehuetenango.
"Pese a las iniciativas (de seguridad) tomadas por las autoridades, es evidente que los ataques han continuado y no se ha logrado, por el momento, una solución efectiva para frenarlos", lamentó el funcionario en declaraciones a la prensa.
Por su parte, el ministro del Interior, Carlos Menocal, descartó la existencia de un grupo subversivo en esa zona, afectada por la guerra civil que vivió el país entre 1960 y 1996, y estimó que se trata más bien de un grupo que intenta extorsionar a la empresa hidroeléctrica.
Prensa Libre, 18/02/2011
