domenica 7 febbraio 2010
51 - A 30 AÑOS DE LA QUEMA DE LA EMBAJADA DE ESPAÑA EN GUATEMALA
El 31 de enero de 1980, las fuerzas represivas del gobierno de turno recibieron la orden de incendiar las instalaciones de la embajada de España en Guatemala, la cual había sido tomada pacíficamente por dirigentes campesinos del Occidente del país, acompañados por estudiantes de la Universidad de San Carlos. En dicha representación diplomática se encontraba el embajador, personal administrativo, visitantes guatemaltecos y españoles. 37 personas murieron calcinadas al interior de la embajada, únicamente salieron con vida el embajador Máximo Cajal y el campesino Gregorio Yujá, quien fue sustraído del hospital donde era tratado por graves quemaduras. Su cadáver con señales de tortura fue lanzado frente a la Rectoría de la Universidad de San Carlos.
Personalmente (quien escribe) no había nacido cuando sucedió este hecho lamentable en nuestro país. Pero está claro que a través de la historia, los jóvenes podemos conocer estos terribles hechos que han marcado al país, para que no se repitan nunca más.
El motivo de la quema de la embajada fue acallar la protesta de algunos indígenas provenientes de comunidades de Quiché, quienes intentaban dar a conocer al mundo las matanzas que llevaba a cabo el ejército de Guatemala por órdenes del presidente de esa época, General Fernando Romeo Lucas García.
Se trataba de un movimiento de gente sin tierra, que era reprimida por órdenes de un general que para ese entonces era propietario de seis fincas que juntas sumaban 311 caballerías de tierra en la Franja Transversal del Norte.
Verdaderamente esta masacre es una mancha sobre la historia del país. Más cuando ha pasado tanto tiempo y aún no se ha hecho justicia, ni se ha castigado a los responsables de tales crímenes. Es importante no olvidar ni dejar de luchar por los ideales de estas personas que dieron su vida. Esto nos deja una enseñanza a los jóvenes: debemos luchar y defender nuestras causas, construir un mundo distinto, justo, con igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, sin discriminación y racismo contra los pueblos indígenas, sin represión ni corrupción, con libertad y en un ambiente sano y saludable, con comida para todas y todos.
Estos pueblos que sufrían la represión durante el conflicto armado interno decidieron darlo a conocer al mundo y les costó la vida. Actualmente la situación del pueblo maya no ha cambiado de forma sustancial, pues aunque no existe una represión sistemática, existen otras amenazas que ponen en riesgo la vida como la explotación minera a cielo abierto, el despojo de tierras para monocultivos y la ampliación ganadera, la remilitarización de la Franja Transversal del Norte y la criminalización de la protesta, entre otras.
Los pueblos indígenas siguen pidiendo justicia ya que se siguen violando sus derechos. ¿Cómo es posible que después de tanto tiempo sigan en la misma situación?
Los jóvenes tenemos que unirnos para aportar un granito de arena y hacer que nuestra sociedad cambie para bien de las futuras generaciones, así como otras personas que han marcado la historia de nuestro país con su espíritu de lucha. Es importante no olvidar, es fundamental seguir luchando por construir una Guatemala distinta, para que la sangre derramada abone una nueva sociedad.
Guatemala, 2 de febrero del 2010
AVANCSO Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala
(Adital 02/02/2010)
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