A las once con cuarenta minutos se presenta la querella ante la secretaria de gestión penal. Se pone el sello de recibido y se firma. Es el momento, se acaba de hacer historia. Por primera vez en la historia judicial de Guatemala, un pueblo, una comunidad indígena, los maya-mam, antepone una querella criminal contra una trasnacional, las empresas que le sirven en Guatemala y a sus representantes legales. Y poco importa si estos son seres intocables como el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Son humanos, han delinquido y se les puede acusar.
sabato 4 settembre 2010
236 - EL DÍA QUE HICIMOS HISTORIA
Eran las diez y media de la noche del 27 de julio del 2010 y el frio en el municipio de Concepción Tutuapa comienza a ser algo más que intenso, y es que para vivir a más de 2000 metros sobre el nivel del mar se requiere estar hecho de una madera especial. Quizás sea por eso que don José, Doña María y varios vecinos más estén dispuestos a meterse entre pecho y espalda más de 5 horas de viaje para llegar a Guatemala Capital.
Son las cinco treinta de la mañana en la plaza de la constitución. El centro neurálgico de la capital chapina, algunas palomas ya comienzan a poblar las fuentes en busca del desayuno, también don José y Doña María lo buscan mientras esperan a los demás. Los demás son gente que proviene de todo el altiplano de Guatemala, están aquí porque hoy van a hacer historia, van a realizar un prodigio que hasta ahora nadie se ha atrevido.
A las ocho de la mañana la plaza comienza a llenarse, un agente de policía municipal, con ese extraño uniforme mezcla de boby ingles y cazador de safari, observa el devenir de personas y piensa “otro bochinche más”. Don José lo observa con sus ojos de halcón que lo han visto todo y le lee el pensamiento. No, hoy no es un bochinche mas, hoy es diferente.
A las nueve y media de la mañana todo está listo . Las banderas ondean, los gritos se recrudecen y se oye la voz de un líder:” Vamos compañeros, con tranquilidad iniciemos la marcha hacia el congreso”. El congreso, el lugar donde los legisladores hacen y deshacen las leyes de este país y muchas veces sin pensar en el país, es irónico pero cierto. Doña María carga una pancarta y grita que no quiere la minería en su territorio, algunos observan al mar de gente, más de 5000 personas llegadas desde todos los rincones del altiplano occidental de Guatemala. “Ya llegaron los bochincheros y los anti desarrollo” piensan algunos. Nadie sabe por qué están ahí, no importa ya lo descubrirán. Treinta minutos después la gran marcha llega hasta la curva de la calle en la que está el congreso, gira y continua la marcha. A las diez y cuarto la comitiva llega a las puertas del congreso donde se espera una declaración pública, y en ese instante estalla la bomba; esto no es una simple concentración ni una marcha contra las trasnacionales. Van a denunciar al mismísimo presidente de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala por falsedad ideológica.
Según reza el comunicado público, el señor Erick Álvarez Mancilla era el represéntante legal de la empresa Peridot S.A., cuando esta empresa inició las diligencias de titulación de terrenos de San Miguel Ixtahuacán para parar esos títulos a Montana Exploradora para que implementara la mina Marlin. Es decir, Peridot es la empresa que adquirió las tierras de los pobladores de San Miguel para pasarlas a Montana. Ahora, parece que el territorio de San Miguel pertenece al pueblo entero de San Miguel Ixtahuacán y no a los pobladores individuales porque así consta en el folio 58 del libro 133 del segundo registro de la propiedad del departamento de San Marcos. Por eso, se acusa al señor Álvarez en cuanto representante legal de la empresa Peridot de un delito al comprar los terrenos de gente que en realidad no eran los propietarios. A esta acusación también se le unirá Jorge Asencio Aguirre, representante legal de la minera Montana Exploradora por comprar esos terrenos de Peridot sin averiguar si fuesen adquiridas de manera legal.
El júbilo estalla, las voces pidiendo justicia arrecian y la fiesta continúa. A las diez y media Rigoberta Menchú, la indígena que ganó el premio Nobel de la paz, toma la palabra, habla de la importancia del hecho de que hoy, nadie se había atrevido a realizar una denuncia como pueblo organizado, nunca las comunidades indígenas habían llegado tan lejos. Sí, no cabe duda hoy se está haciendo historia.
La marcha continúa minutos después, en dirección a la corte. Apenas pasan veinte minutos sobre las diez cuando aparece otro ilustre. Monseñor Álvaro Ramazzini, el obispo de San Marcos, el hombre que de forma valiente se atrevió a cuestionar el “desarrollo” producido por una empresa trasnacional extractora de recursos naturales, el hombre que se ha convertido en referente para denunciar injusticias contra el pueblo, llano, pobre y humilde de este país.
A las 11:20 minutos de este histórico día la comitiva llega a su objetivo final. El edificio que alberga la corte suprema de justicia espera. Van a denunciar a su cabeza por un presunto delito de falsedad ideológica, por las irregularidades en la compra y venta de terrenos en San Miguel y eso, según la ley que se defiende en ese edificio, es delito. Se vuelven a dirigir a la multitud, esta vez es Monseñor Ramazzini él que habla. Implora justicia y el cumplimiento del estado de derecho en el cual se dice que vivimos. Cuando pasan ocho minutos de las once y media veintidós personas franquean las puertas del tribunal. Son los diecisiete querellantes, catorce de ellos miembros de comunidades de San Miguel Ixtahuacán, dos representando a organizaciones de derechos humanos, el obispo de San Marcos, que también firmó la querella y el equipo de cinco abogados que defienden los derechos de un pueblo entero; el pueblo Mam de San Miguel, el pueblo Maya de San Marcos.
A las once con cuarenta minutos se presenta la querella ante la secretaria de gestión penal. Se pone el sello de recibido y se firma. Es el momento, se acaba de hacer historia. Por primera vez en la historia judicial de Guatemala, un pueblo, una comunidad indígena, los maya-mam, antepone una querella criminal contra una trasnacional, las empresas que le sirven en Guatemala y a sus representantes legales. Y poco importa si estos son seres intocables como el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Son humanos, han delinquido y se les puede acusar.
A las once con cuarenta minutos se presenta la querella ante la secretaria de gestión penal. Se pone el sello de recibido y se firma. Es el momento, se acaba de hacer historia. Por primera vez en la historia judicial de Guatemala, un pueblo, una comunidad indígena, los maya-mam, antepone una querella criminal contra una trasnacional, las empresas que le sirven en Guatemala y a sus representantes legales. Y poco importa si estos son seres intocables como el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Son humanos, han delinquido y se les puede acusar.
Faltan cinco minutos para el mediodía. La plaza está abarrotada. Todos están expectantes y aparecen los querellantes. Los abogados explican el proceso, algunos piden la inmediata detención del señor Álvarez y lo mismo para el señor Aguirre. Pero no; estamos en un estado de derecho, hay que respetar las normas. Ahora se inicia el proceso de investigación, habrá solicitudes, vueltas, reuniones, citaciones, investigaciones… Se abrió la caja de los truenos y ahora comenzará un proceso largo. No desfallecer, esa es la consigna, hoy se hizo historia, hay que continuar.
Apenas media hora después la gente se dispersa, esperanzada porque se dio un paso que nadie esperaba, las comunidades que resisten han iniciado una nueva batalla. No con armas ni con violencia. Será una batalla jurídica y el primer episodio se vivió el 28 de julio de 2010 en Ciudad de Guatemala.
Muchos periodistas recogen sus cámaras, mientras dos de ellos hablan. “ya se terminó esto vos”, “Sí pues” Don José los escucha y se sonríe mientras piensa “No patojos, esto no se termina. Esto empieza porque hoy, hoy hicimos historia.”
Copae, 29/07/2010
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