El jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el jurista español Carlos Castresana, presentó el martes 21 de abril los logros de la Comisión que dirige ante los representantes de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
En los resultados fue en los que Castresana hizo énfasis. “Hemos enviado a la cárcel a 130 personas, el tipo de personas que nunca habían sido procesados en Guatemala: un ex Presidente, un ex Ministro de la Defensa y uno de Finanzas, y dos directores en funciones de la Policía Nacional Civil (PNC)”.
Castresana también afirmó que se ha contribuido a fortalecer las instituciones, se destituyo por actos anómalos a casi 2 mil policías -el 15 por ciento de la fuerza pública-, además de un Fiscal General, 3 fiscales y 3 jueces de la Corte Suprema de Justicia.
Afirmó que los éxitos en la lucha contra la impunidad se deben a que existen policías, fiscales y jueces comprometidos en ayudar a cambiar al país. “Hay un cambio de tendencia en Guatemala, que es posible porque tenemos el apoyo de la mayoría de la población”, apuntó.
Los 10 representantes guatemaltecos que participaron en una reunión efectuada en la sede de la ONU, en Nueva York, manifestaron su respaldo a la labor la CICIG y coincidieron en que los 18 meses que le quedan a esta instancia no son suficientes para desmantelar las estructuras clandestinas en el país.
Al encuentro asistieron César Barrientos, magistrado de la Corte Suprema de Justicia; Rigoberta Menchú, Premio Nóbel de la Paz 1992; Raquel Zelaya, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales; Eduardo Stein, ex vicepresidente de la República; Roberto Alejos, presidente del Congreso; Francisco Jiménez, secretario técnico para el Consejo Nacional de Seguridad; René Valdés, coordinador del Sistema de la ONU en Guatemala; Anabella Sibrián, del consorcio de Organizaciones No Gubernamentales Plataforma Holandesa; Peter Lamport, ex embajador de Guatemala en EE. UU.; y Gonzalo Marroquín, director editorial de Prensa Libre y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).La Premio Nóbel de la Paz indicó: “estamos acá una delegación de distinguidas personalidades guatemaltecas para decirle a la comunidad internacional que la creación de la CICIG fue una decisión acertada, un mensaje contra la impunidad”.
El ex vicepresidente lanzó el reto de que la experiencia vivida en Guatemala se pueda ampliar a países como El Salvador, Honduras y México, ya que los problemas de criminalidad tienen nexos regionales.
Stein opinó que hay fuerzas dentro de la vida política empeñadas en impedir los cambios legislativos impulsados por la Cicig, que incluyen una reforma de la Constitución. “Nuestra actual Constitución ya no es suficiente; tiene demasiadas limitaciones”, enfatizó.
(Centro de Estudios de Guatemala, 20-26/04/2010)