giovedì 5 agosto 2010
219 - SIPACAPA CINCO AÑOS DESPUES – 2 –
El Alcalde Delfino Tema, vestido de blanco, estuvo presente para aclarar las cosas. El explicó a varios centenares de pobladores, que los funcionarios municipales han aceptado la oferta solo después de consultar a los residentes locales y escuchar a muchas comunidades que deseaban tener acceso a esos fondos. Además, el dinero será administrado por la compañía, no por la municipalidad, dijo, para evitar la aparición de conflictos de interés.
“Hay quienes dicen que la compañía ya nos dio el dinero a nosotros. No podría haber algo más lejos de la realidad que eso –ni siquiera hemos visto el dinero”, insistió. “La comunidad manda y haremos lo que ella diga. Vamos a decidir juntos cómo gastar el dinero.”
El aplauso fue cortés pero silencioso y la multitud dejó el pasillo municipal dirigiéndose al otro lado del pueblo al salón parroquial a la misa y al almuerzo. El murmullo y los carteles indicaban el descontento generalizado.
Mientras tanto, aproveché el momento para acercarme a Arclia Cruz Carrillo del pueblo de Canoj- una de las alcaldesas quien sirven como jefes de la administración para los pueblos de la región, todos bajo la sombrilla de la municipalidad de Sipacapa, la cual, incluye Canoj y otros pueblos y asentamientos en la región.
Carrillo no estaba contenta. “La verdad es que es muy confuso, porque nuestros líderes primero dicen que no y luego que sí. Nosotros vemos el agua contaminada, nuestra comunidad dividida- y eso es muy triste, nosotros siempre hemos sido firmes en esta lucha. Oramos a Dios porque esta compañía se lleve su dinero y se vaya lo más pronto posible.”
La Iglesia Católica era ataviada con raso verde para la ocasión, y llena de gente. No sabía qué esperar, el Padre Mario declinò hablar conmigo antes de la reunión, diciendo que era recién llegado a la comunidad y, mis amigos de la COPAE dijeron que él hasta el momento no se había involucrado en la lucha.
Sin embargo, no tomó mucho tiempo para notar que ésta no sería una misa ordinaria.
El Padre Mario, vestido de blanco, pasó tranquilamente al púlpito y tomó un versículo del libro de Lucas sobre la palabra de Jesús a sus discípulos:
“Por tanto os digo, No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis, ni para el cuerpo, qué habéis de vestir. La vida es más que carne, y el cuerpo es más que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan, y Dios los alimenta, ¿cuánto más sois mejores que las aves?
“Considerad los lirios, cómo crecen: no trabajan ni hilan, y sin embargo os digo, que Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos”.
Después cambia a Mateo y las cosas se ponen interesantes.
“Ninguno puede servir a dos amos: porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se tomará de uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y la minería.”
El Padre Mario, tomaba una posición en la lucha, sin duda.
“¿Cuál es el reino de Dios?”, les preguntó. “Algunos dicen que es el más allá. Yo digo que es la justicia, eso es lo que todos estamos buscando. Pero todos sabemos que el otro dios puede ser el dinero, el cual puede convertirse en un ídolo.”
Después prestó un sermón muy elocuente el cual recordó a Jesús advirtiendo a sus discípulos sobre la traición.
“Buscamos milagros de último momento”, advirtió. “Un pueblo pobre es fácil de comprar, pero sus sueldos serán llevados a las cantinas y lugares oscuros que dividen a mi gente”.
“Dios creó un jardín, no un desierto. ¿Qué están haciendo, mi gente?”.
La comunión se llevó a cabo en silencio. Pero antes de irnos, el Padre Marcos dispuso la reunión para comentarios públicos.
“Recuerden que nuestros enemigos no son aquéllos de carne y hueso” dijo Juan Monterroso del consejo de Pueblos de San Marcos, del cual Sipacapa forma parte. “Ellos son los transnacionales, quiete sobre de nosotros, nos manipulan. La dignidad de Sipacapa es muchísimo más valiosa que ocho millones de quetzales.
“Recuerden, los españoles engañaron a nuestros padres con piezas de oro. ¿Qué les diremos a nuestros hijos y nietos sobre la decisión que estamos tomando ahora?”.
Después del servicio, Monterroso reflexionó sobre la situación actual en Sipacapa:
“La misma compañía está creando esta confusión, es parte de su estrategia”, el dijo, “Están buscando varios mecanismos para dividir a la comunidad, pero Sipacapa es una comunidad con un alto grado de dignidad y creo que al final del día, reafirmarán a Latinoamérica y al mundo que su dignidad no está en venta”.
Por Tracy L. Barnett, El Proyecto Esperanza
COPAE 8/07/2010