En las múltiples ceremonias que se celebraron en todo el país, se instó a respetar los recursos naturales, cada vez más deteriorados “por la actitud irracional de los hombres”.
En todas las actividades destacaron los trajes multicolores, máscaras, emblemas y símbolos del sincretismo maya e íconos del cristianismo, propias de la época de la conquista, con los cuales se reacrearon las ceremonias de la milenaria cultura.
Tikal, Petén, fue el centro de la atención del país. Unas tres mil personas tuvieron el privilegio de ingresar en el parque, y ver las ceremonias de guías espirituales y sacerdotes mayas, en las que participaron altas autoridades del Gobierno e invitados.
El Gran Jaguar, la pirámide maya más conocida en el mundo, lució impresionante cuando fue iluminada y, frente a esta, durante la noche y madrugada de hoy se desarrollaron ceremonias espirituales y culturales para recibir el nuevo baktún.
Paz, unidad y respeto
María Salomé Chonay, sacerdotisa maya cakchiquel, elevó plegarias para que haya “un nuevo amanecer, sin discriminación ni violencia, y que el nuevo ciclo de vida traiga la unidad para vivir mejor”.
“Venimos a pedir a nuestro Creador el fin del racismo, la discriminación y la violencia”, indicó la lideresa indígena.
En Iximché, Tecpán Guatemala, Chimaltenango, sacerdotes mayas reflexionaron sobre la necesidad de que los guatemaltecos cambien de actitud para respetar la naturaleza y convivir en paz y unidad.
“El Ajaw quiere que cuidemos la madre naturaleza y que nuestros terrenos sigan siendo fértiles y no suframos de sequías y escasez”, dijo Felipe Ajzalán, guía espiritual, después de haber participado en una exhibición de juego de pelota maya.
“Las energías negativas en los corazones de los guatemaltecos se refleja en la destrucción de los bosques y manantiales”, agregó. También pidieron que el Gobierno deje de autorizar la explotación minera y de los ríos.
En una ceremonia a orillas del Lago de Atitlán, Sololá, líderes indígenas hicieron un llamado para que en la nueva era prevalezca el respeto a la naturaleza y a las culturales ancestrales.
“No queremos la explotación de nuestro medioambiente, el Lago de Atitlán se sigue contaminando sin ningún plan específico para salvarlo”, señaló el sacerdote maya Adrián Bocel.
Cese de discriminación
Aunque la cantidad de visitantes en el sitio arqueológico Zaculeu, en Huehuetenango, fue menor a la esperada, el guía espiritual Domingo Francisco auguró que el nuevo baktún traerá cambios positivos para el país.
“Debe haber aceptación de la vivencia de los pueblos indígenas, porque aún no somos reconocidos. Solo queremos equidad”, afirmó Francisco.
En Gumarkaj, Quiché, líderes espirituales encabezaron distintas ceremonias mayas, en las que pidieron por la paz y hermandad de los guatemaltecos.
En Takalik Abaj, Retalhuleu, autoridades indígenas pidieron porque la nueva era traiga sabiduría a los gobernantes. Óscar Hernández, sacerdote maya, dijo que durante el cambio de era, todo el mundo debe transformarse para bien.
Ceremonias similares tuvieron lugar en otros sitios arqueológicos como Uaxactún y Yaxhá , Petén; Quiriguá, Izabal; Mixco Viejo, Chimaltenango; Chocolá, Suchitepéquez, y Kaminaljuyú, en la capital, donde las peticiones fueron similares.
Además, en sitios turísticos emblemáticos como Quetzaltenango y Antigua Guatemala, Sacatepéquez se realizaron actos especiales.
Oportunidad
En Tikal, el presidente Otto Pérez Molina resaltó en una conferencia que la nueva era maya es la oportunidad de un nuevo comienzo.
"Es un cambio positivo que llama a la reflexión de los guatemaltecos y a todo el mundo, para buscar la armonía con la naturaleza”, expresó.
Agregó: “Todos debemos ser parte del cambio y construir la Guatemala que todos buscamos, con paz, justicia, y equidad”.
Prensa Libre 21/12/2012