Un llamado para que el Estado guatemalteco
asuma los compromisos adquiridos, en el marco del convenio 182 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prohíbe las peores formas de
trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación, realizaron
organizaciones sociales.
En conmemoración del Día Internacional contra
el Trabajo Infantil, la Fundación Catholic Relief Services (CRS), la Asociación
Proyecto Conrado de la Cruz, la Pastoral Social de San Marcos y la Fundación
Rigoberta Menchú, se pronunciaron contra toda forma de trabajo infantil en el
país y exigieron dar validez a los derechos de la niñez y adolescencia.
En conferencia de prensa, las entidades
señalaron que en Guatemala el trabajo infantil tiene rostro campesino e
indígena; las condiciones en las que viven los niños y niñas determinan el tipo
y tiempo de trabajo; entre más pobre sea el infante más peligroso será el
trabajo y por ende más larga será su jornada laboral.
Según estadísticas del 2007 al 2010, 30 mil
niños y niñas dejaron la escuela para trabajar y ayudar económicamente a su
familia; en los últimos 15 años los niños y niñas trabajadores se han
triplicado, lo que se relaciona con el incremento de pobreza y pobreza extrema; la tercera parte de los infantes trabajadores
se sitúan en los departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán y San Marcos.
Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz,
declaró que entre los empleos de mayor riesgo que practican los niños están los
que manejan pólvora; afirmó que para erradicar el trabajo en los menores de
edad se debe dar una educación gratuita y de la calidad, pero sobre todo
fuentes de empleo para los padres.
Armando Secaida, representante en Guatemala de
CRS, informó que su organización ejecuta un proyecto llamado mis derechos son
importantes, que busca empoderar a dirigentes locales para dar validez a los
derechos de los niños; a través de la educación trabajan en 184 escuelas, con
11 mil 200 menores de edad
El proyecto, impulsado por CRS, se lleva a
cabo en los municipios San Lorenzo y Comitancillo, de San Marcos y Santa María
Chiquimula y Totonicapán, de Totonicapán; en ambos departamentos se trabaja conjuntamente con organizaciones locales;
en Totonicapán, además, con la organización Conrado Cruz.
Secaida afirmó que los 11 mil niños y niñas son héroes, pues
además de estudiar laboran para ayudar económicamente a su familia; según
estadísticas, los niños que acuden a la escuela trabajan 23 horas a la semana.
Se espera que para el 2015 el trabajo infantil
en su peor forma sea erradicado y el 2020 sea libre de todo trabajo infantil;
CRS junto con la Fundación Rigoberta Menchú impulsan el diplomado: Derechos de
la niñez y Trabajo infantil, que apoya a los actores sociales para que conozcan
sus responsabilidades sobre la meta trazada para el 2015.
Finalmente, las organizaciones pidieron que de
manera urgente se identifiquen e implementen políticas relacionadas a la
eliminación de la pobreza, el hambre y con esto reducir el nivel de incidencia
de los inaceptables males sociales en el trabajo infantil.
(Centro de Estudios de Guatemala, 12-18 junio
2012)