“La pobreza y la desigualdad en Guatemala son más marcadas que en otros países de América Latina”, explica. La mejora, comenta Julliand, empieza por la lucha contra la desnutrición. “Si un niño no es bien nutrido, no puede desarrollar su potencial mental. No será un adulto sano, y si no enfrentamos este problema, no hay solución”.
“La desnutrición limita el desarrollo del país. No tener una buena alimentación los dos primeros años de vida implica un retraso que nunca se podrá recuperar”, alarmó Mario Touchette, representante del Programa Mundial de Alimentos.
Después, la igualdad de género. “Si no se deja a las mujeres la posibilidad de ejercer sus derechos de la misma manera que los hombres y, además, son víctimas de violencia y no tienen acceso a la educación y a la política, nunca se avanzará”, resumió Julliand.
María Machicado, representante de ONU Mujeres en Guatemala, recordó que muchos de estos temas “tienen profundas causas estructurales”. “No podemos pensar que incrementando los juzgados de feminicidio vamos a reducir la violencia”.
Machicado valoró como un logro la inversión que se está realizando, “pero todavía se considera a la mujer y niña como un objeto de propiedad”, comentó.
“Hay que cambiar patrones culturales”, afirmó Machicado.
La violencia, otro punto clave. “La tasa de homicidios es alarmante”, comentó Julliand; “38 por cada 100 mil habitantes, y en los jóvenes la cifra asciende a 170 por 100 mil”.
“No hay espacios seguros y libres de violencia. Muchos embarazos son fruto de delitos”, explicó Yolanda Ávila, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Por último, la salud. “No existen condiciones para garantizar la implementación de los derechos sexuales y reproductivos, la población indígena y rural no tiene acceso”, denunció Ávila. “La respuesta institucional no alcanza la cobertura del cien por cien”.
Ernesto Sinópoli, representante de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés), explicó que el problema de desnutrición es serio y que se debe trabajar para erradicar el hambre, y afirmó que en los próximos cuatro años apoyarán programas de desarrollo rural con énfasis en la agricultura familiar.
El jefe de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), Luis Enrique Monterroso, ha indicado que las evaluaciones de las agencias internacionales no incluyen los avances del Pacto Hambre Cero porque se basan en datos oficiales, recabados en la encuesta de Salud Materno Infantil del 2009.
La segunda preocupación de la ONU es la tasa de homicidios de 38 por cien mil habitantes, y que en algunas regiones llega a 80 por 100 mil.
La coordinadora residente dijo que, al separar los datos, la población más afectada son los jóvenes de entre 15 y 23 años, ya que la tasa puede llegar hasta 170 homicidios por cien mil habitantes. Destacó que los países en guerra tienen una tasa de 80 muertes por cien mil habitantes.
El presidente Otto Pérez Molina aseguró en agosto último que la tasa de homicidios se redujo 15 por ciento en todo el país y que en el departamento de Guatemala era de 5 por ciento.
Richard Barathe, director de país del Programa de la ONU para el Desarrollo, destacó los problemas de gobernabilidad y altos niveles de conflictividad causados en especial por el rechazo a la explotación de recursos naturales.
Barathe aseguró que apoyarán al país para reducir estos índices.
Durante los primeros 15 meses de gobierno, según declaraciones de la vicepresidenta Roxana Baldetti, se solucionaron siete conflictos sociales, de mil 200 que hay en el país, muchos de los cuales se arrastran desde años atrás.
El representante de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Julio Carranza, explicó que a esa agencia le preocupa la violencia que se genera contra los periodistas. Aseguró que el Gobierno debe garantizar el trabajo que hace la Prensa y proveer condiciones para efectuar con libertad esta labor.
El Ejecutivo anunció en agosto último que instalaría un sistema de protección a periodistas, para que una unidad de investigación determine quiénes son los responsables de los ataques contra el gremio y que sean llevados a los tribunales.
Ricardo García, coordinador del Programa conjunto de la ONU sobre el VIH Sida en Guatemala (Onusida), explicó que en Centroamérica el país es el único que todavía se considera “de impacto”, debido a que existen desafíos y brechas importantes en el acceso a tratamiento y prevención.
El diplomático aseguró que en el país no se ha superado la transmisión del virus de madre a hijo durante el parto.
El Ministerio de Salud tiene un presupuesto de Q17 millones para la atención de pacientes con VIH, pero destina Q15 millones en medicamentos. Otros coordinadores hablaron sobre femicidio y violencia contra la mujer, debido a causas estructurales, migraciones, especialmente de la población rural, indígena y pobre, y embarazos en adolescentes, que se incrementan.
Centro de Estudios de Guatemala, 23-29/10/2013