En una de las bodegas de la empresa aún había ayer material en llamas, también unos tubos de plástico que, según directivos de la compañía, servirían para un proyecto de agua entubada.
Pérez Molina comentó que los atacantes no eran de la localidad y líderes comunitarios indicaron estar de acuerdo con el proyecto que se realiza en el área.
"Son grupos que cada ves se van reduciendo, pero actúan de forma violenta y en el anonimato", comentó.
Derivado de este incidente, un cocinero fue baleado y fue enviado al Hospital Roosevelt, donde se recupera. Otras tres personas, que posiblemente pertenezcan a la empresa constructora, resultaron heridas.
El Ministerio de Educación ordenó la suspensión de las clases por tiempo indefinido en 23 comunidades de ese municipio.
Las pérdidas de la maquinaria quemada y otros daños se estima en más de US$5 millones (unos Q40 millones).
Para garantizar la seguridad en el área y evitar otros incidentes violentos, se instaló un destacamento militar con 150 soldados y un contingente de la Fuerza Especial de la Policía.
Otros conflictos
Esta es la tercera hidroeléctrica atacada en el area norte, con el mismo modo de operar, encapuchados que destruyen instalaciones, personas armadas en bloqueos y quema de maquinaria para oponerse a proyectos mineros o hidroeléctricos.
En septiembre del 2013, un soldado que resguardaba un helicóptero murió baleado en Santa Cruz Barillas, en medio de protestas de pobladores armados que se oponían a un proyecto hidroeléctrico en ese municipio.
El 18 de febrero de ese año, 50 personas, algunas con armas de fuego y el rostro cubierto, destruyeron una galera, dispararon y rompieron vidrios, así como el portón de la sede de la empresa Hidro Santa Cruz, en la aldea Poza Verde, Santa Cruz Barillas, en rechazo a la instalación de una hidroeléctrica en esa zona.
También el 9 de diciembre del mismo año, unas 400 personas protestaron en la finca San Luis, en Santa Eulalia, para expresar su rechazo a una hidroeléctrica en esa localidad.
Prensa Libre, 07/05/2014