Ya termina su tercer año de gobierno. ¿En qué se diferencia de los dos anteriores?
Hay varias diferencias: se repitió el mismo presupuesto, pero el financiamiento que correspondía no fue dado. Tenemos cada año 400 mil nacimientos más, y eso demanda de servicios públicos necesarios para darles respuesta a los guatemaltecos, y sin embargo nos quedamos con el mismo presupuesto.
La otra diferencia es que a pesar de los problemas que tuvimos, la seguridad siguió aumentando y esto provocó que se disminuyera la violencia.
¿Cuál es su principal logro y objetivo no cumplido en el Pacto por la Paz y Seguridad?
Continuamos a la baja en la tasa de homicidios. Se cerró el año con 31 por cada cien mil habitantes. En este tercer año se acumula un 9% de descenso de hechos delictivos. En el departamento de Guatemala se acumula un 23% de descenso, y en la capital, 33% de descenso de hechos delictivos.
Haber logrado en estos primeros tres años mejorar las capacidades de la Policía Nacional Civil (PNC) es un paso importantísimo, porque quiere decir que de 22 mil efectivos subimos a 34 mil 200.
¿Qué nos faltó por cumplir?
Yo creo que el tema principal sigue siendo el sistema de Presidios. Tenemos un déficit importante por la falta de controles.
Comentó que el objetivo era bajar el promedio diario de muertes violentas a 13, pero no baja de 16.
Las estadísticas que manejamos son las que proporciona la PNC, no el Inacif. Con las de la Policía recibimos —el Gobierno— con poco más de 17 asesinatos diarios, y este año cerramos a 13.6 homicidios diarios.
¿Y en el Pacto Hambre Cero?
El primer año se fue casi todo en la coordinación. Aquí. de los 14 ministerios solo hay dos que no participan en el Pacto.
En el 2013 tuvimos resultados, en donde se disminuyó en 1.7% la desnutrición crónica en niños menores de 5 años. Unos dirán que es muy poco, pero si comparamos que en 15 años antes se había logrado bajar ese 1.7 que nosotros logramos en un año.
Pero habían ofrecido bajarla en los cuatro años a 10%.
Cuando hablamos del 10%, sabíamos que era una meta muy difícil y ambiciosa, pero nos la propusimos. Obviamente cuando ya está uno en el Gobierno y nos dimos cuenta del esfuerzo que involucraba toda esa coordinación en el terreno, nos dimos cuenta de las dificultades.
Creemos que podemos llegar no a un 10%, pero sí a un 6%. Si llegamos a ese 6% es histórico.
¿Qué se hizo y qué faltó en el Pacto de Competitividad?
Tuvimos un crecimiento en la economía del 4% que hacía varios años no se daba. Logramos crear 166 mil empleos dignos. Vamos a estar abajo del 3% de la inflación, y esta es la más baja en los últimos 20 años.
Nos hizo falta más esfuerzos para la lucha contra el contrabando. Eso se refleja en los precios de la carne de res. Nos hace falta también seguir atrayendo más inversión.
¿Con qué siente más presión que debe cumplir en el 2015?
Yo diría que lo más presionado que me siento es con lo que fue la oferta principal de mi campaña: seguridad y empleo.
¿Cuál es la promesa que definitivamente no va a poder cumplir en todo su mandato?
Yo creo que hay promesas que lamentablemente uno no puede llegar a los niveles que quisiera, y uno es la transparencia y la corrupción. Esto no es de este gobierno, es algo que ha venido por muchísimos años, ha estado presente, enquistada dentro de las instituciones, y luchar contra eso es muy difícil.
¿Es imposible eliminar la corrupción en un período presidencial?
Yo digo que sí, es imposible. Está demasiado enquistada y es algo que ha venido por muchísimos años.
¿Por qué cree que a su gobierno se le tilda de poco transparente?
Hay una serie de cuestiones que se han dado. Nos han dicho que hemos hecho compras directas, por excepción, que no se han utilizado los procedimientos, pero, por ejemplo, si no hacemos la compra por excepción de las armas, a estas alturas tuviéramos policías sin su propia arma individual.
¿Pero no cree que hubo hechos de corrupción en Salud, Cultura, Ambiente?
Son señales… sí, siempre. Es una lucha constante. La lucha por la transparencia debe hacerse a diario y a todos los niveles.
¿En qué puntos en concreto cree que la Cicig se ha salido de su mandato?
Hay cuestiones en donde posiblemente no han estado en el mandato, pero de todas maneras ha ayudado. Hay cuestiones que, por ejemplo, ayer me decían que hubo una captura de uno de los Mendoza. Sí, efectivamente; pero esa es una lucha contra el crimen organizado, no es una estructura paralela al Estado.
Yo creo que la fase con el mandato que tenía la Cicig está sobrepasada y está agotada. Por eso estamos hablando ahora de hacer una evaluación.
La Cicig investiga el financiamiento de los partidos. ¿Eso puede generar temor en las agrupaciones?
Creo que no debería haber temor en ese sentido. Hemos detectado que el crimen organizado y el narcotráfico han buscado financiar campañas en los lugares donde a ellos les interesan, y por eso se van más sobre las alcaldías.
¿Algunas del PP?
No. Somos muy cuidadosos en eso. Si hubo algo, tuvo que haber estado totalmente fuera del control de nosotros y pasar desapercibido.
¿Pero este financiamiento podría darse también en los presidenciables?
No estaría lejos que también en las campañas presidenciales traten de acercarse y tener algunas influencias. Habría que hacer una investigación a profundidad.
¿Qué nota se da, de 1 a 10 puntos, en el tercer año?
El año que terminó tuvimos problemas financieros porque se repitió el mismo presupuesto y no hubo financiamiento sino hasta el 28 de noviembre. Eso nos pone no en la calificación que hubiéramos querido, pero entre cinco y seis podría estar.
Prensa Libre, 08/01/2015