Guatemala: ¿un país de oportunidades para la juventud? El cuestionamiento es también el título del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011/2012, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud). El documento, divulgado el último lunes (23), refuerza la necesidad de promoción de políticas de desarrollo humano para las juventudes guatemaltecas.
El estudio llama la atención sobre las desigualdades que todavía persisten en Guatemala. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas de 2011, el país tiene 4,1 millones de jóvenes entre 15 y 29, cifra que corresponden al 28% del total de la población.
Aún siendo una cantidad significativa, la mayoría de los niños y niñas no tienen sus derechos básicos cumplidos. "Como recordatorio, el acceso al ciclo diversificado del nivel medio y la universidad es muy limitado y el empleo decente solo lo detenta una minoría. Si el círculo intergeneracional de la pobreza se rompe con una escolaridad equivalente a la de la secundaria, ¿qué futuro tendrán las hijas e hijos de parejas jóvenes, con bajos niveles educativos, trabajo informal y necesidad insatisfecha de planificación familiar?”, cuestiona.
Según el informe, más de 800 mil personas entre 13 y 18 años de edad están fuera del sistema educacional. El 8,9% de los/las jóvenes de 15 a 24 años son analfabetos/as y más de cuatro de cada diez adolescentes de 13 a 15 años todavía están en el nivel primario.
El nivel de escolaridad también influencia otras cuestiones en la vida de las personas, como condiciones de trabajo y salario y hasta inclusive el planeamiento familiar. De acuerdo con la encuesta, jóvenes con mayores niveles educacionales (enseñanza media y superior) y socioeconómicos son los/las que más "practican una conducta sexual responsable”.
Guatemala también tiene una tasa de fecundidad precoz. Del total de bebés que nacen anualmente, el 47% son hijos e hijas de jóvenes que tienen entre 15 y 24 años. Aún teniendo acceso a la información, el número de niños y niñas que usan métodos anticonceptivos todavía es pequeño. En el informe se indica que cuatro de cada diez jóvenes que conocen los métodos no hicieron uso de ellos durante el comienzo de su vida sexual; entre las niñas, el número es aún mayor: ocho de cada diez no utilizaron métodos anticonceptivos.
Otro punto que llama la atención es la violencia. El año pasado, de las detenciones por homicidios existentes en el país, el 11% fueron jóvenes con menos de 18 años y el 16,8% personas entre 18 y 21 años. Por otro lado, la juventud es la que más sufre este problema. En el informe se señala que el 31,8% de las personas asesinadas tenían entre 18 y 25 años.
"Todos estos datos evidencian el doble rostro de un ciclo de violencia estructural que permite la emergencia continua y sistemática de diversos factores de riesgo que colocan a las y los jóvenes no solo como víctimas de la violencia, sino también como perpetradores de la misma. Frente a todo este ciclo perverso, las respuestas del Estado aún no privilegian las acciones de prevención social de la violencia que permitan romper el círculo de atracción hacia y desde la violencia. Las escasas acciones de prevención carecen de articulación y aún son acciones tímidas que merecen más generalización y análisis”, destaca.
Para mejorar la situación de la juventud del país, en el informe se resaltan ocho puntos necesarios para la promoción del desarrollo humano de los/las jóvenes: fortalecer el marco institucional de la juventud, asegurar el usufructo del derecho a la salud, ampliar las oportunidades de aprendizaje en la era tecnológica, crear condiciones para recurrir a la ruta del trabajo decente, prevenir la violencia relacionada con la juventud mediante políticas integrales, ampliar los espacios de participación política y social, promover el uso provechoso y creativo del tiempo libre e invertir en la juventud.
Lea el documento completo en: www.undp.org.gt/data/publicacion/INDH%202011_2012.pdf
Adital, 27/07/2012
El estudio llama la atención sobre las desigualdades que todavía persisten en Guatemala. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas de 2011, el país tiene 4,1 millones de jóvenes entre 15 y 29, cifra que corresponden al 28% del total de la población.
Aún siendo una cantidad significativa, la mayoría de los niños y niñas no tienen sus derechos básicos cumplidos. "Como recordatorio, el acceso al ciclo diversificado del nivel medio y la universidad es muy limitado y el empleo decente solo lo detenta una minoría. Si el círculo intergeneracional de la pobreza se rompe con una escolaridad equivalente a la de la secundaria, ¿qué futuro tendrán las hijas e hijos de parejas jóvenes, con bajos niveles educativos, trabajo informal y necesidad insatisfecha de planificación familiar?”, cuestiona.
Según el informe, más de 800 mil personas entre 13 y 18 años de edad están fuera del sistema educacional. El 8,9% de los/las jóvenes de 15 a 24 años son analfabetos/as y más de cuatro de cada diez adolescentes de 13 a 15 años todavía están en el nivel primario.
El nivel de escolaridad también influencia otras cuestiones en la vida de las personas, como condiciones de trabajo y salario y hasta inclusive el planeamiento familiar. De acuerdo con la encuesta, jóvenes con mayores niveles educacionales (enseñanza media y superior) y socioeconómicos son los/las que más "practican una conducta sexual responsable”.
Guatemala también tiene una tasa de fecundidad precoz. Del total de bebés que nacen anualmente, el 47% son hijos e hijas de jóvenes que tienen entre 15 y 24 años. Aún teniendo acceso a la información, el número de niños y niñas que usan métodos anticonceptivos todavía es pequeño. En el informe se indica que cuatro de cada diez jóvenes que conocen los métodos no hicieron uso de ellos durante el comienzo de su vida sexual; entre las niñas, el número es aún mayor: ocho de cada diez no utilizaron métodos anticonceptivos.
Otro punto que llama la atención es la violencia. El año pasado, de las detenciones por homicidios existentes en el país, el 11% fueron jóvenes con menos de 18 años y el 16,8% personas entre 18 y 21 años. Por otro lado, la juventud es la que más sufre este problema. En el informe se señala que el 31,8% de las personas asesinadas tenían entre 18 y 25 años.
"Todos estos datos evidencian el doble rostro de un ciclo de violencia estructural que permite la emergencia continua y sistemática de diversos factores de riesgo que colocan a las y los jóvenes no solo como víctimas de la violencia, sino también como perpetradores de la misma. Frente a todo este ciclo perverso, las respuestas del Estado aún no privilegian las acciones de prevención social de la violencia que permitan romper el círculo de atracción hacia y desde la violencia. Las escasas acciones de prevención carecen de articulación y aún son acciones tímidas que merecen más generalización y análisis”, destaca.
Para mejorar la situación de la juventud del país, en el informe se resaltan ocho puntos necesarios para la promoción del desarrollo humano de los/las jóvenes: fortalecer el marco institucional de la juventud, asegurar el usufructo del derecho a la salud, ampliar las oportunidades de aprendizaje en la era tecnológica, crear condiciones para recurrir a la ruta del trabajo decente, prevenir la violencia relacionada con la juventud mediante políticas integrales, ampliar los espacios de participación política y social, promover el uso provechoso y creativo del tiempo libre e invertir en la juventud.
Lea el documento completo en: www.undp.org.gt/data/publicacion/INDH%202011_2012.pdf
Adital, 27/07/2012
