De acuerdo con el informe de la PDH, que analiza también la participación de la mujer en la pasada contienda electoral, la representatividad en el Congreso no corresponde a la proporción poblacional indígena del país.
Departamentos como Alta Verapaz y Quiché, donde la población indígena alcanza los 720 mil, 741 habitantes y 581 mil 996 respectivamente, tendrían que tener una representatividad en el Legislativo de 9 y 7 diputados Mayas, según la Ley Electoral y de Partidos Políticos que propone que cada distrito electoral puede elegir a un congresista por cada 80 mil habitantes.
Según la información, los departamentos con mayor número de diputados Mayas fueron Alta Verapaz, Sololá y Huehuetenango, con 8 diputados; las etnias predominantes fueron K’iche, Q’eqchí y Kakchikel.
En el caso de alcaldes indígenas, los datos son más favorables en términos de inclusión; tomando en cuenta las últimas elecciones generales, se puede establecer que la cifra de alcaldes indígenas electos ha estado por arriba del 30 por ciento de las plazas fijas para alcaldías.
En términos de inclusión política-ciudadana, el porcentaje de indígenas alcaldes es más positivo en relación a la elección de mujeres para cargos públicos.
El documento concluye que la participación electoral efectuada bajo la actual Constitución Política revalida la situación excluyente y sus mecanismos políticos respecto a las mujeres e indígenas en particular.
Existe la necesidad de reformas normativas y de políticas públicas dirigidas al fomento y facilitación de la participación política y ciudadana de aquellos sectores que han permanecido ajenos al derecho de elegir y ser electos, puntualiza la entidad.