El análisis mensual del GAM señala que 333 mujeres perdieron la vida de forma violenta entre enero y mayo del 2013, 54 hechos más que los contabilizados por las autoridades en el mismo periodo, el año pasado, lo que representa un aumento del 19.35 por ciento.
Los departamentos que reportan los mayores índices de muertes violentas son Chiquimula y Escuintla, con una tasa de 96 y 95 muertes, respectivamente, por cada 100 mil habitantes.
Los femicidios se producen en cifras alarmantes; en la mayoría de casos existe una relación entre el agresor y las víctimas, ya sea matrimonial o de análoga afectividad, que incluye el noviazgo, señala la publicación “Investigación criminal para casos de violencia femicida”, elaborado por la Coordinadora para la Modernización del Sector Justicia.
El femicidio no es más que el punto final de una violencia habitual ejercida sobre las mujeres, violencia tendente a la dominación y a establecer la desigualdad; produce daños en diferentes dimensiones, no solo físicos sino sexual, psicológico y patrimonial, enfatiza el documento.
El “II Informe Internacional: Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja”, del Centro Reina Sofía, los países con las cifras más alarmantes son: Guatemala, con 122.8 femicidios por cada millón de habitantes; Colombia, el segundo más violento para las mujeres, reporta 70 por cada millón.
La escasez de datos, no sobre el número de mujeres asesinadas, sino sobre las circunstancias en las que pierden la vida, dificulta conocer la gravísima realidad en todas sus dimensiones, con el fin de adoptar medidas para su erradicación, concluye el documento de la Coordinadora para la Modernización del Sector Justicia.
Cerigua, 10/06/2013